Israel acusó este miércoles al grupo islamista Hamás de «adoctrinar» y entrenar militarmente a niños palestinos en la Franja de Gaza, a quienes utiliza para trasladar armas y recaudar información, incluso en tiempos de guerra.

El Ejército de Israel difundió fotos que aparentemente muestran a menores, cuyos rostros fueron difuminados, empuñando armas y lanzaderas de proyectiles, así como un vídeo en el que aparecen en un túnel acompañados de supuestos miembros de la milicia, sin concretar dónde y cuándo fueron tomadas esas imágenes.

«Incluso durante la guerra, la organización terrorista Hamás utiliza a menores para diversas tareas, como la entrega de mensajes y municiones (…) con el entendimiento de que las Fuerzas de Defensa de Israel no los dañarán debido al cumplimiento por parte de las tropas israelíes del derecho internacional», indicó un portavoz castrense en un comunicado.

El parte no especifica si los niños han sido utilizados en la actual guerra, que estalló el 7 de octubre, o si se refiere a guerras anteriores.

Durante una investigación a un comandante de Hamás del batallón de Zeitun, en el sur del enclave palestino, el Ejército israelí afirmó que halló que los niños son usados para «el traslado de explosivos en bolsas de verduras» o son enviados «a zonas de combate después de los ataques para evaluar los daños e informar de ellos a los terroristas que se esconden en los refugios».

Los menores son educados desde corta edad para que «odien a Israel y a los judíos» en escuelas, movimientos juveniles y campos de entrenamiento militar, afirmó el portavoz militar.

El Ejército israelí aseguró que sus servicios de inteligencia tienen constancia de un número «significativo» de menores «activos» dentro de Hamás y la Yihad Islámica.

Israel acusa de forma recurrente a Hamás de utilizar a civiles, entre ellos niños, como escudos en sus combates contra las tropas israelíes y de usar instalaciones como escuelas y jardines de infancia para ocultar armas y lanzar ataques.

La actual guerra estalló tras un ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, que provocó más de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados.

Israel respondió con una ofensiva militar en la Franja palestina que ha dejado al menos 22.313 muertos y 57.296 heridos, la mayoría niños y mujeres, mientras se estima que otros 7.000 están desaparecidos bajo los escombros tras los bombardeos, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.