GameStop preocupada por el bajo precio de los juegos digitales
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El presidente de GameStop, Tony Bartel, mostró la preocupación de la industria por el progresivo descenso de los precios en los videojuegos y la popularización del formato digital durante la presentación de los resultados trimestrales de la compañía. Mientras en las estanterias los juegos superan los 60 dólares, los estudios de consultoras indican que el precio medio que paga el consumidor por un triple A es de 22 dólares.
“Como parte de las ofertas de Xbox One y PS4 para el Black Friday se van a distribuir 100 millones de dólares en juegos de forma gratuita. Cuando esto termine, pensamos que la industria debe colaborar para fijar unos precios que garanticen la rentabilidad y aliente a la innovación en los videojuegos” aseguró Bartel en unas declaraciones a GameStop.
El máximo responsable de GameStop cifró en 22 dólares el precio medio que los jugadores están pagando por una novedad, sin especificar datos tan importantes como el mercado, la plataforma o los títulos en concreto que se han estudiado. Según sus propios datos, cuando preguntan a los consumidores cuánto pagarían por un juego digital completo respondieron que 35 dólares, lo que para Bartell es “un precio insostenible dado que el juego físico cuesta 60 dólares”.
En los últimos años hemos visto como Steam (para muchos, el salvador de los videojuegos en PC) se ha convertido en la mayor plataforma de distribución de videojuegos, gracias a una política de precios que va en función de la demanda y que, cada cierto tiempo, sorprende a los usuarios con increíbles ofertas. Mientras tanto, la industria tradicional se limita al modelo de “caja y estantería” y basta dar un paseo por cualquier tienda especializada para ver como los FIFA, Call of Duty o las expansiones de World of Warcraft copan los lineales.
Por otro lado, mercados como las consolas de última generación donde la piratería está prácticamente erradicada (estamos preparando un artículo más extenso dedicado a este tema) no han reaccionado con un descenso en el precio de los juegos, al menos cuando hablamos de distribución física. El éxito de las tiendas online y de los códigos digitales viene motivado por su agilidad a la hora de adaptar oferta y demanda.
Como ha ocurrido en otros mercados, el consumidor de videojuegos ha madurado y ya no se conforma con lo primero que ve. Además, suele ser un usuario avanzado que no tiene miedo a la compra online ni al contenido en formato digital; cuando pasamos de enviar una caja con un disco a un código para descargar los precios se reducen casi cada hora.
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