Hábitos: los que hay que abandonar para iniciar el 2025 y los aliados que debes tener para lograrlo
El año 2024 ha culminado y ya es hora de dejar de pensar en lo rápido que se fue y empieces a enfocarte en este nuevo ciclo que recién empieza para que puedas aprovecharlo al máximo, pues como dice una frase: “El tiempo es lo más valioso que puede gastar una persona".
Pero no hay que dejar atrás el año 2024 sin antes evaluar los resultados obtenidos durante éste o las fallas que obstaculizaron el alcance de una meta. Recuerda lo dicho recientemente por el master trainer César Cordero: "Hay que evaluar qué fue lo que pasó y organizarse para el nuevo año".
Hoy, dentro de la planificación de metas, la psicóloga clínica y terapeuta familiar sistemática, Carmen Virginia Rodríguez, incluye evaluar los hábitos y dejar en el pasado aquellos que no suman o que no van alineados a conseguir el bienestar.
“Debemos hacernos las preguntas: ¿Los hábitos que tengo me suman?, ¿Los hábitos que llevo a cabo todos los días son hábitos que me ayudan a tener una salud física, emocional y social acorde con los tiempos?, ¿son acordes para conseguir bienestar, tanto para mí como para los seres queridos que me rodean? Una vez tienes las respuestas, puedes hacer una lista de las cosas que serían saludables cambiar”, explica la especialista.
Dentro de estos hábitos, la experta enumera aquellos que son “muy fáciles de observar e identificar”, como el consumo de sustancias ilícitas: drogas, alcohol, tabaco, entre otras. Sin embargo, asegura que hay otros que no se muestran como no saludables, por lo que requieren conciencia para identificarlos y poder modificarlos.
“Entre estos podemos enumerar una mala relación con la comida, o sea una mala alimentación, uso excesivo de las redes sociales y el internet, falta de sueño y sedentarismo”, dice Rodríguez
La experta señala otro hábito que afecta la salud emocional, familiar y la vida en sociedad: “Tener constantemente problemas en nuestras relaciones con los seres queridos, los que nos rodean en el día a día en todos los ámbitos de nuestra vida”.
Agrega que esta situación puede darse por la falta de tolerancia, poca empatía, no respetar las opiniones de los demás e incluso juzgarlos, por lo que recomienda incluirlas en la lista de resoluciones para seguir creciendo como personas.
“Cuando tenemos el mal hábito de discutir con todos y por todo, de manera habitual, es el momento de reflexionar: por qué lo hago y para qué lo hago”, subraya la profesional.
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