Cármen Escalada y Sonia Peinado especialistas en nutrición y dietética hablan sobre esas tentaciones y excesos de comida durante la Samana Santa y por ello dan algunas recomendaciones para limpiar el organismo.

Las nutricionistas orientaron que lo preferible es consumir frutas y verdura. Para poder preservar la mayor cantidad de sus ingredientes, fibra y agua lo ideal es consumir las frutas crudas y cocinar las verduras al vapor.

En tanto qué, para eliminar las toxinas que se acumuló por el descontrol alimenticio recomendaron el consumo de al menos dos y tres litros de agua, zumos naturales sin azúcares añadidos y líquidos diversos, evitando los refrescos, gaseosas y bebidas alcohólicas.

También priorizar el yogur, la leche, así como a los quesos frescos, ya que contienen menos grasas y sodio y más agua, que los quesos curados.

Mientras que, para producir una mayor sensación de saciedad y “limpiar” los intestinos los cereales e integrales ayudaran.

Durante el periodo depurativo es recomendable consumir pechuga de pollo o de pavo sin piel y cocinadas a la plancha, así como pescados blancos, dejando las carnes rojas y los pescados azules (alimentos más grasos) para un consumo esporádico.

Escalada y Peinado recomendaron además las hierbas y especias para condimentar los alimentos y conseguir que estén más sabrosos, sin utilizar tanta sal, cuyo consumo en exceso favorece la retención de líquidos.

Y por último los alimentos aliados del hígado como los vegetales en general y las verduras de hojas verdes (espinacas, acelgas) en particular; el berro; el brócoli; los cítricos; el ajo; el té verde; las nueces; el pan integral de 8 cereales; el aguacate y el aceite de oliva, ayudan a la función depurativa de nuestro hígado, el órgano encargado de eliminar la mayoría de las toxinas del cuerpo, concluyen.