Valerie Starkey conducía por el norte de California para visitar a unos parientes cuando de repente sintió un temblor y temió que su coche se hubiera averiado, sólo para darse cuenta más tarde de que se trataba de un terremoto tan potente que provocó una alerta de tsunami en cientos de kilómetros de la costa oeste de Estados Unidos.
El epicentro del temblor de magnitud 7.0 del jueves ocurrió en lo que se conoce como el “país de los terremotos” de California porque es donde se unen tres placas tectónicas. El temblor fue el más poderoso que sacudió el estado desde que un terremoto de magnitud 7,1 sacudió Ridgecrest en 2019.
Su intensidad conmocionó a Starkey y a muchos de los otros 5,3 millones de personas a lo largo de casi 805 kilómetros (500 millas) de las costas de California y Oregón que estuvieron bajo la alerta de tsunami durante aproximadamente una hora. Se levantó después de que no llegaran olas importantes.
“Pensé que mis ejes se habían desmoronado”, dijo Starkey, supervisor del condado de Del Norte que representa a Crescent City, una ciudad de menos de 6.000 habitantes cerca de la frontera con Oregon. “Eso es lo que estaba sintiendo… “Mis ejes están rotos ahora”. No me di cuenta de que era un terremoto”.
El sismo ocurrió a las 10:44 a.m. al oeste de Ferndale, una pequeña ciudad en el condado costero de Humboldt, a unos 209 kilómetros (130 millas) de la frontera con Oregón, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos. El temblor arrancó artículos de los estantes de las tiendas de comestibles y envió a los niños a trepar debajo de los pupitres en las escuelas.
Se sintió hasta el sur de San Francisco, a unos 435 kilómetros (270 millas) de distancia, donde los residentes describieron un movimiento de balanceo durante varios segundos. Fue seguido por múltiples réplicas más pequeñas. No hubo reportes inmediatos de daños mayores o heridos por el terremoto.
La alerta de tsunami emitida poco después del terremoto se extendió desde el borde de la Bahía de Monterey, en California, hacia el norte hasta Oregón.
“Fue un sismo fuerte. Nuestro edificio tembló. Estamos bien, pero tengo un desastre que limpiar en este momento”, dijo Julie Kreitzer, propietaria de Golden Gait Mercantile, una tienda repleta de alimentos, productos y recuerdos que es una de las principales atracciones de Ferndale.
“Tengo que irme. Tengo que tratar de salvar algo para las fiestas porque va a ser un año difícil”, dijo Kreitzer antes de colgar.
La región, conocida por sus bosques de secuoyas, sus pintorescas montañas y el legendario cultivo de marihuana del Triángulo Esmeralda de tres condados, fue golpeada por un terremoto de magnitud 6,4 en 2022 que dejó a miles de personas sin electricidad ni agua. La esquina noroeste de California es la parte del estado con mayor actividad sísmica porque es donde se encuentran tres placas tectónicas, dijo la sismóloga Lucy Jones en la plataforma de redes sociales BlueSky.
Poco después del terremoto, los teléfonos en el norte de California sonaron con la advertencia de tsunami del Servicio Meteorológico Nacional que decía: “Una serie de olas poderosas y fuertes corrientes pueden impactar las costas cercanas. Estás en peligro. Aléjate de las aguas costeras. Muévase a un terreno elevado o tierra adentro ahora. Manténgase alejado de la costa hasta que los funcionarios locales digan que es seguro regresar”.
Numerosas ciudades instaron a la población a evacuar a terrenos más altos como medida de precaución.
En Santa Cruz, las autoridades despejaron la playa principal, taponando las entradas con cinta policial. Las imágenes aéreas mostraban autos parachoques con parachoques dirigiéndose a terrenos más altos en las autopistas 1 y 92 de California en el área de Half Moon Bay, al sur de San Francisco.
Cindy Vosburg, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio del Condado de Crescent City-Del Norte, dijo que escuchó sonar las alarmas justo antes de que comenzara el temblor, y el centro cultural de la ciudad comenzó a crujir.
“Justo cuando comenzaría a disminuir, el edificio volvería a rodar”, dijo Vosburg.
El portavoz de la Casa Blanca, Jeremy Edwards, dijo que el presidente Joe Biden fue informado sobre el terremoto y que los funcionarios de FEMA están en contacto con sus homólogos estatales y locales en California y Oregón.
El gobernador Gavin Newsom firmó una declaración de estado de emergencia para trasladar rápidamente los recursos estatales a las áreas afectadas a lo largo de la costa. Los funcionarios estatales estaban preocupados por los daños en la parte norte del estado, dijo Newsom.
Las cuadrillas en Eureka, la ciudad más grande de la región, estaban evaluando si había algún daño. La alcaldesa de Eureka, Kim Bergel, que trabaja en una escuela secundaria, dijo que las luces se balanceaban y todos se metieron debajo de los pupitres.
“Los niños estaban muy bien y estaban aterrorizados. Parecía ir y venir durante bastante tiempo”, dijo. Algunos niños preguntaron: “¿Puedo llamar a mi mamá?”
Más tarde, los estudiantes fueron enviados a casa.
El alguacil del condado de Humboldt, William Honsal, dijo que los residentes experimentaron grietas en los cimientos de sus casas, así como vidrios y ventanas rotas, pero nada grave.
Honsal dijo que estaba en su oficina en el juzgado de 75 años de antigüedad en el centro de Eureka cuando sintió el terremoto.
“Estamos acostumbrados. Aquí se le conoce como el ‘país de los terremotos'”, dijo. “No fue una sacudida brusca. Fue un rodillo lento, pero significativo”.
El Distrito de Tránsito Rápido del Área de la Bahía de San Francisco, conocido como BART, detuvo el tráfico en todas las direcciones a través del túnel submarino entre San Francisco y Oakland, y los visitantes del zoológico de San Francisco fueron evacuados.
Este sismo fue un tipo de temblor que se desplaza más horizontalmente y es menos propenso a causar tsunamis, a diferencia de los tipos más verticales, dijo la gerente del programa de tsunamis del Servicio Meteorológico Nacional, Corina Allen, en el estado de Washington.
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