MIAMI (AP). El huracán Michael ganó fuerza en su avance sobre cálidas aguas tropicales y se teme que pueda convertirse rápidamente en un peligroso huracán de categoría 3 antes de tocar tierra en la costa noreste del Golfo de Florida, donde los residentes están cubriendo sus casas con tablones y buscando rutas de evacuación lejos de la peligrosa tormenta que avanza hacia ellos.

Un avión cazador de huracanes que rebotó en el ojo de Michael sobre el extremo oeste de Cuba el lunes en la noche, descubrió que sus vientos iban en aumento incluso cuando los meteorólogos advirtieron que la tormenta podría alcanzar el martes en la noche la categoría 3 con vientos de hasta 179 kilómetros por hora (111 millas por hora). Se espera que el meteoro toque tierra el miércoles en la costa noroeste del golfo, donde las autoridades advirtieron de que su llegada podría ser devastadora.

En la madrugada del martes, los vientos máximos sostenidos de Michael aumentaron a unos 144 km/h (90 mph) y avanzaba hacia el norte a 19 km/h (12 mph). El vórtice de la tormenta estaba a unos 627 kilómetros (390 millas) al sur de la ciudad de Apalachicola, en Florida, y a 675 kilómetros (420 millas) al sur de la Ciudad de Panamá, Florida. Los vientos con fuerza huracanada se extendían en un radio de hasta 56 kilómetros (35 millas) desde el ojo y los vientos con fuerza de tormenta tropical alcanzaban los 280 kilómetros (175 millas). Michael dejó intensas lluvias y vientos en el oeste de Cuba el lunes.

Los meteorólogos advirtieron que Michael podría dejar hasta 30 centímetros de lluvia (un pie) en el oeste de la isla, y podría provocar inundaciones repentinas y deslaves en zonas de montaña.

Las agencias mitigación de desastres de El Salvador, Honduras y Nicaragua reportaron 13 decesos por la caída de tejados y por las corrientes de ríos crecidos que arrastraron a algunos.

Seis personas fallecieron en Honduras, cuatro en Nicaragua y tres en El Salvador. Las autoridades buscan a un niño arrastrado por un río en Guatemala. La mayoría de las precipitaciones se atribuyeron a un sistema de bajas presiones en la costa del Pacífico de El Salvador. La presencia del huracán Michael en el Caribe podría haber contribuido.