NUEVA YORK - Dwight Howard hizo su mejor interpretación de Marshawn Lynch, el corredor de los Seattle Seahawks, y no ofreció muchos detalles mientras atendía las preguntas de los medios después de haber sido la víctima de un cabezazo de Kevin Garnett antes de que los Houston Rockets aplastaran a los Brooklyn Nets por marcador de 113-99 en el Barclays Center la noche del lunes.

¿Cómo escaló tan rápido?

"No sé", dijo Howard.

¿Qué pasó?

"No sé".

No fue la primera vez que ambos jugadores habían tenido un encuentro acalorado a través de los 11 años que llevan enfrentándose.

Ambos jugadores estaban luchando por mejor posicionamiento en el poste bajo durante la posesión de los Rockets. Después de que Howard había recibido un pase de Donatas Motiejunas y el arbitro le pitó falta a Garnett restando 7:53.

El altercado podría haberse evitado fácilmente si Howard y Garnett simplemente se habían alejado del uno al otro después de detenerse la acción sobre la cancha disenada de espigas.

El pívot de Houston tocó el pecho de Garnett con la palma de su mano izquierda. Pero el jugador de 38 años de edad no estuvo tan entusiasmado tras haber cobrado su segunda falta personal en el perido inicial y lanzó el balón hacia la espalda de Howard.

Los jugadores tomaron varios pasos hacia cada uno, Garnett entonces propinándole al centro de los Rockets un cabezazo. Howard luego le conectó una bofetada con su mano derecha al cuello de Garnett. Garnett trató de ir por Howard pero fueron separados por los árbitros, entrenadores, jugadores y personal de seguridad de ambos conjuntos.