El criollo afina sus cinco envíos, en especial la curva. No tiene intenciones de regresar a las menores de San Luis.

Carlos Martínez tiene 22 años, pero actúa, trabaja y se planifica como un veterano. Por eso no pierde un segundo en el entrenamiento de los Cardenales en aprender al máximo de los más experimentados.

Su meta es hacer el equipo grande y comenzar a lanzar con lo que se puede considerar un arsenal de pitcheos.

“Tengo bola rápida, sinker, slider, curva y ahora trabajo en un cambio. Nos estamos armando para hacer el trabajo, Dios mediante”, dijo el prometedor serpentinero a el Caribe desde Jupiter, West Palm Beach, Florida, donde San Luis tiene su sede de entrenamiento.

“He trabajado mucho para manejar esos lanzamientos. Mientras estaba con las Águilas Cibaeñas trabajé mucho con mi cambio (de velocidad)”, señaló el nativo de Puerto Plata, quien ayer estaba pautado para  lanzar práctica de bateo en

tiempo real.

Pimpa, uno de los motes del educado joven dominicano, no se despega mucho de Yadier Molina, el veterano receptor de los Cardenales, considerado en muchos círculos el mejor de su posición.

“Yadi es un maestro y mientras más consejos me da, pues mejor para mí y mi carrera”, apuntó. “Llegué una semana antes de la fecha de reporte y desde entonces he estado trabajando con él”, agregó.

Pero no solo de Molina aprende Martínez: el criollo tiene a Adam Wainwright, el as de la rotación, como uno de sus mentores, especialmente a la hora de trabajar con la curva. “Me ha dado varios consejos sobre la curva. Me ayuda mucho”, dijo el Tsunami, como también se le conoce a Carlos.

Wainwright no es segundo de nadie a la hora de lanzar la curva.

 Martínez madruga en las prácticas de San Luis. Se reporta a las 7:00 de la mañana y concluye su jornada de trabajo después de la 1:00 de la tarde, cuando le toca hacer pesas. Al momento de reportarse a San Luis pesaba 195 libras. “Por ahí debo mantenerme”, dijo.

Hacer el equipo

Martínez fue en su infancia aspirante a sacerdote hasta que recibió un permiso para intentar ser jugador profesional, sueño que se le cumplió no sin antes enfrentar problemas en su firma debido a inconvenientes con su identidad.

Se dio bueno en la pelota y desistió de ser cura, pero ahora viste el uniforme de los Cardenales. En 2013 tuvo su primer sorbo en las Mayores. En la serie regular, tuvo foja fue de 2-1 con un promedio de carreras limpias de 5.08.

Ponchó a 24 y dio nueve transferencias en 28 entradas y un tercio. Fue en los playoffs donde se dejó sentir con calidad para San Luis, que disputó la Serie Mundial ante los Medias Rojas de Boston.

En la postemporada, laborando en la Serie Divisional ante Pittsburgh, Serie de Campeonato frente a los Dodgers y en la Serie Mundial contra los Medias Rojas de Boston, compiló foja de 0-1, un promedio de carreras limpias de 3.55. En 12 partidos vio acción en 12 entradas y dos tercios, ponchando a 11 con tres transferencias sin permitir cuadrangular.

Carlos no tiene intenciones de volver a las menores. “Tengo fe en hacer el equipo. Estoy muy positivo con eso y Dios mediante lo vamos a lograr”, dijo.

 “Ya sea como abridor o relevista, en lo que me digan, estoy preparado para responder”, añadió.

Fuente: http://www.elcaribe.com.do/2014/02/21/martinez-prepara-arsenal-pitcheos#sthash.gQW4qmtQ.dpuf