El último apodo que ha recibido LeBron James es el que más se ajusta a su realidad actual.

“Benjamin Buckets” como forma del recordar al protagonista del cuento “El Curioso Caso de Benjamin Button”, del escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald, uno de los más destacados autores del pasado siglo.

La historia cuenta la vida de este especial individuo que nace con todas las características de un anciano, cumple con la madurez y adolescencia a mitad de su existencia y finalmente muere siendo un bebé en una cuna.

Y es que luego de 20 temporadas y acercándose a su cumpleaños 39, LeBron parece haber descubierto la fuente de la juventud cuando debería de estar dedicado más a los negocios que al deporte activo.

En sus primeros 17 partidos de esta campaña, el estelar de los Lakers de Los Angeles tiene promedios de 25.1 puntos, 7.5 rebotes, 6.5 asistencias con un 56 por ciento de campo, 39 por ciento en lances de tres y 69 por ciento en lances libres.

Cede un par de puntos en su media de tantos de por vida (27.2) y alrededor de una asistencia (7.3) siendo un peor lanzador de la línea de personal (73.5), pero iguala en rebotes (7.5) y mejora en porcentajes de campo (50.5) y triples (34.5).