La campaña internacional Stop TB pidió este jueves a los países del mundo que usen la cumbre sobre tuberculosis que celebrarán el próximo septiembre para dar un paso adelante en la lucha contra esta enfermedad, que se ha visto muy afectada por la pandemia de la covid-19.

«Creo que íbamos bien para acercarnos a acabar con la tuberculosis, pero primero la covid-19 y ahora la situación mundial (por conflictos y crisis económica) está impactando mucho en lo que pasa con la tuberculosis», dijo a los periodistas la directora ejecutiva de esta campaña, Lucica Ditiu.

La ONU acogerá la semana próxima un encuentro para preparar la cumbre del próximo septiembre, de la que según Ditiu debe salir una «declaración política muy contundente» para poder cumplir con la meta de terminar con esta enfermedad para el año 2030.

La experta puntualizó que eso no supone erradicar por completo un problema de salud que lleva siglos existiendo, sino rebajarlo al mínimo posible en cada país.

De cara a estas reuniones y en colaboración con supervivientes, enfermos y otros actores, Stop TB ha preparado un documento con seis grandes demandas para los países en el que pide que se llegue a todos los afectados por tuberculosis con prevención, diagnósticos y tratamientos y que se garantice que la respuesta en todos los países sea equitativa y poniendo al paciente en el centro.

También reclama acelerar el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos de la enfermedad, una mayor inversión, más prioridad para la tuberculosis en los sistemas de salud y mayor rendición de cuentas a todos los niveles sobre la lucha contra el problema.

Ditiu destacó que una de las principales dificultades para acabar con la tuberculosis es el «silencio» que la rodea a pesar de ser una de las enfermedades que más personas mata, algo que atribuyó al hecho de que las víctimas se concentran en los países y regiones más desfavorecidos.